8 de junio de 2016

Noches sin luna - Ana Idam


Mi anterior reseña iba destinada a las amigas virtuales. Además de esas amigas virtuales,  todo este mundo facebuquero te permite conocer a gente que ha visto que por este medio puede dar un poco de rienda suelta a sus ilusiones, a sus habilidades en distintas materias, a sus hobbys. Unas hacen manualidades estupendas, otras cocinan de muerte y otras, como es el caso, escriben. Y como digo, gracias a este espacio virtual se atreven a lanzarse con sus proyectos y enseñarles al mundo todo lo que pueden ofrecer. No siempre el resultado nos gusta y sobre todo en esto de la escritura te encuentras con verdaderos desastres. Relatos que son copia casi exacta de otros, historias repetidas hasta la saciedad, textos con unas faltas de ortografía que hacen que los ojos se caigan del susto,  argumentos que no tienen ni pies ni cabeza, libros que se lanzan al mercado sin una triste edición gramatical y lingüística, situaciones escritas que no han sido documentadas y por ello rayan lo cómico y un largo etc. que te vas dando cuenta según vas conociendo gente que se lanza al ruedo de la publicación sin el menor atisbo de sensatez. Yo entiendo que el camino es difícil y que nadie nace aprendido. Y que hay que respetar el trabajo de todo el mundo. Todo eso lo entiendo. Pero dejo de entenderlo cuando veo que la "escritora" no sabe diferenciar un "echo" de un "hecho" o un "a ver" de un "haber". En ese momento para mí ha perdido toda la categoría de escritora. Y no me refiero al tema puntuación o acentuación, entiendo que ahí puede ser más complicado. Pero la ortografía básica es eso, básica. Y muchas (no nos engañemos, el 98% de las escritoras de romántica son mujeres) carecen de ella. 
Estamos en un momento que salen escritoras de romántica y erótica como las setas en otoño. Todo el mundo escribe. Todo el mundo se cree escritora. Y creerse y serlo son dos cosas distintas.  Se nota cuando un proyecto ha sido mimado, hecho con el corazón, trabajado y revisado hasta la saciedad. Este es el caso de la reseña que os traigo hoy. Te puede gustar más o menos la historia, puede tener más o menos éxito, te pueden atrapar los personaje o no. Pero no se puede discutir que está bien escrita. Lo está y por ello, solo por ello,  su autora ya merece todo mi respeto. Y además me ha gustado, ¿se puede pedir más?

¿Quien no ha soñado alguna vez en irse de vacaciones y que un buenorro bronceado y marcando V en cadera llame a tu puerta pidiendo sal o azúcar, o pidiendo lo que sea?? yo la verdad nunca. Ni se me ha pasado por la cabeza.
Por ello cuando esto le pasa a Sofía la protagonista de esta historia no le tuve NAAAAAAAAAAAADA de envidia. Para nada.
Y entonces conocemos a Breixo (joder nena vaya nombrecito. Que sepas que para mí siempre serán Brecho. Y punto). Un personaje que rezuma juventud, frescura y con el cual el 99% de las féminas quisiéramos tropezarnos. El 1% restante son fans de Jose Luis Rodríguez El Puma, con eso lo digo todo.
La historia no tiene secreto. Es la típica y tópica de chica conoce chico. Chico está como un pan. Chico y chica se encaman y saltan fuegos artificiales. Chica y chico se enamoraran. Pero no por ser la típica está tratada de forma vulgar y se te hace aburrida a mitad de libro. No, para nada. La autora escribe con una narración amena, divertida, coloquial y hace que la historia se desarrolle rápido y ágilmente.
Ella llena de dudas por todo lo que le está tocando vivir y sentir (no olvidemos que "Brecho" es mucho "Brecho") pero hay una diferencia de edad que aviva las inseguridades de ella. Pero ella las afronta con madurez y serenidad. Es una tía inteligente, madura que tiene sus miedos pero su propia personalidad la impulsa a seguir hacía delante. Pero no en una huída hacia ningún lado sino disfrutando de cada momento (y como disfruta.......) y viviendo el día a día.
"Brecho" enamora desde el minuto 1. Atento, romántico, servicial, un potrazo en la cama y un empotrador de manual. ¿Se puede pedir más? Sí, que sea maduro y que tenga muy claro lo que quiere. Todo esto lo mezclas, lo bates bien y sale un personaje redondo.
Sofía una repostera de cuyas manos salen exquisiteces y que la llevan a la aventura de abrir su propio negocio haciendo lo que realmente le apasiona que es estar envuelta en harina, controlar tiempos de horneados y todo ello mezclado con la intención de no morir en el intento de amar y ser amada por el veinteañero de turno. 
Muy divertidas las charlas que tiene Sofía consigo misma y por supuesto con su amigo Jorge. Ese amigo que todas deberíamos tener en esos momentos de bajón para que nos abra los ojos dándonos puñetazos donde más nos duele y a la vez sujetándonos en nuestras dudas y disipándolas con toda la dulzura posible.
Solo le he encontrado un pero a la historia. Para mi parecer debería haberse exprimido más el final. Debería haberse tratado más el conflicto con la "encantadora" madre de la criatura. Creo que ahí había un filón para darle un poco más de fondo a la historia. Un filón para dramatizar un poco el relato y que no fuera todo tan perfecto. Y hubiera evitado un final tan drástico que a mi parecer es un poco apresurado.
Tengo que felicitar a la autora porque para ser su primera obra publicada no está nada mal. Nada de nada. Miles de libros se publican todos los días con un apoyo importante de editoriales y publicistas detrás que no son ni la mitad de entretenido que este. Y al final es lo que se busca en un libro (o por lo menos lo que yo busco). Que te entretenga y que cuando lo tienes entre tus manos el relato te haga olvidar las miserias de la vida diaria. Y este libro , sin duda, lo consigue.
Y además (y esto ya es fuera de la reseña y espero que a Ana no le importe) tengo que felicitar a la autora porque mientras preparo esta opinión,  ella disfruta de las primeras horas de su bebé.  Felicidades Ana. Eso si es una buena recompensa para un trabajo bien hecho.
Breixo (Brecho para las amigas....y yo lo soy)
 
piso con vistas...
 

5 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con la reflexión sobre "saber escribir".
    Cuido mucho cómo escribo e intento no cometer ninguna falta de ortografía aunque sé que alguna se me escapa (pido perdón y me gustaría que se me avisase).
    No entiendo cómo algunos libros, sin pies ni cabeza, con mucho sexo pero sin nada de argumento (como una película porno) se han llegado a publicar y por importantes editoriales. Así vamos, la degradación de la literatura a pasos agigantados y que conste que me gusta la literatura erótica pero con argumento, por favor.
    Con respecto a esta novela, la califiqué como bonita (3 estrellas, el máximo es de 5 estrellas que es cuando considero que es adictiva o me ha echo llorar. La leí con la música de Joshua Radin.

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    1. Yo también cometo faltas, pero siempre habrá una persona que te avise. Y hay libros q han pasado por 20 manos antes de salir y siguen igual . ¿por qué? Porque se lanzan al mercado como si el destinatario,o sea nosotras, nos valiera todo. Y pensando solo en la pela. Y no es así.Tenemos q exigir, como lectoras, unos mínimos.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
    Para mi fue una lectura adictiva, tan adictiva como me volvería por una hombre como Breixo.
    A la espera de una nueva novela de esta autora que con toda seguridad compraré.
    Besos.

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  3. Muchas gracias, Charo.
    No me importa para nada que menciones mi reciente maternidad. Gracias por este regalito, esta mención en tu blog, que hace que sonría sacando la cabeza de mi situación actual y eche un vistazo a este mundo que me encanta, mi ocio preferido.
    Un abrazo, bonita.

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