30 de mayo de 2016

La Hermandad de las Cuarentonas


"No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.” El Principito - Antoine de Saint-Exupery

Hoy no os voy dar mi opinión sobre una serie ni escribiros una reseña más o menos acertada de ningún libro. Hoy os voy a hacer una reseña de una amistad. ¿Suena fuerte verdad? Pues sí y probablemente presuntuoso pero como dije en el primer post de este blog, este es mi  (nuestro) rincón, mi (nuestra) casa. Y en mi casa se puede hablar y opinar de todo.
Hoy me apetece hablar de los amigos "virtuales". Amistades que no me atrevo a decir si son mejores o peores que las "reales", pero lo que está claro es que existen y que están ahí. Mucha gente no entiende que puedas llegar a tomar amistad con una persona que no conoces "en persona". Que puedas planear pasar unos días con gente a la que nunca has visto. Y no entienden la grandeza de este tipo de amistades y  no creen en ellas. 
Por supuesto,  nada puede sustituir un abrazo en un mal momento, o  un café a media semana oyendo la risas de la persona amiga. Eso es insustituible por muchos emoticonos de corazones y de carcajadas que haya inventado Facebook. Lo grandioso de todo el tema es cuando unes ambas cosas. Lo virtual se vuelve real y esas personas con las que has compartido risas, abrazos virtuales, comentarios e incluso disgustos se acercan y puedes tocarlas y compartir el ansiado café (bueno nunca es café,  no nos engañemos, la graduación de alcohol es directamente proporcional al grado de amistad).
Para empezar y remontando en el tiempo y al origen de todo he de decir que en mi caso la culpa de todo la tiene el Sr. Grey y sus Cincuenta Sombras. Sí, tal cual. Además de ser el culpable de haber tenido uno de los veranos más calurosos de mi vida, ha sido el culpable de que entrara en las redes sociales, en este caso Facebook y a partir de ahí el conocer gente vinculada de una manera u otra a estos libros o a grupos de lectura romántica y erótica. He conocido a mucha gente y  en mayor o menor medida la mayoría sigue a mi lado. Por supuesto también me he encontrado con gente con la que no he tenido ningún tipo de química o que incluso llegando a tenerla se ha perdido por el camino, la mayoría de las veces por chiquilladas y batallas sin sentido
Tonterías que las recuerdo y no puedo evitar que se me escape una sonrisa. Pero para esas que ya no están en mi lista de amistades y que en algún momento las he sentido como amigas de verdad, no va dirigido este escrito. No creo que merezcan y mucho menos valoren lo que aquí voy a expresar.  Esto va dirigido a las amigas de verdad. Estas que a pesar de que os separa una pantalla, sabes que puedes contar con ellas. Esas que sabes que te abrirían su casa y tu a ellas. Esas que antes de que digas nada ya saben si estás bien o algún problema acecha tu cabeza. Esas con las cuales no es necesario hablar todos los días pero que sabes que en cuanto digas "Eh,   estoy jodida" aparecerán todas como un pequeño ejército para escucharte (leerte) y en menos de nada armarán un viaje para que los emoticonos se conviertan en sensaciones reales. Para que las risas se puedan escuchar, las voces se puedan oír y las lágrimas se puedan secar
Yo tengo la suerte de contar con este tipo de amistades. Y he estado con ellas este último fin de semana. "La quedada" la llamamos. Este año ha sido un poco especial por todo lo que la rodeaba  y porque había una nueva incorporación muy esperada durante años. Además al final también había una sorpresa con lo cual casi me atrevo a decir que ha sido la más especial de todas. Ha sido una quedada sin mucho margen de maniobra ya que tenía que ser un fin de semana concreto. Pero ahí estábamos todas. Todas nos arreglamos y nos organizamos para no fallar en nuestra cita anual.
Y en cuanto te encuentras en la estación o en el aeropuerto te das cuenta porque son tus amigas. Porque aunque haga un año que no os veis no hay silencios incómodos (realmente no hay silencios,¡¡ vaya manera hablar,  majas!!). Porque no te hace falta intentar ser quien no eres ni intentar estar a un nivel que no te corresponde. Porque te das cuenta que todas las personalidades que te encuentras todos los días en las redes sociales tras la pantalla son las que realmente tienen, sin mentiras. La que es inocente en sus comentarios sigue siéndolo en vivo, la que es ácida es más si cabe y de cada una de ellas sabes lo que puedes esperar aunque "solo" la veas una vez al año.  Sin mentiras, sin artificios. 
Si además cuentas con una anfitriona de nivel VIP como tenemos nosotras, que en su cabeza tiene un GPS del mapa de la capital del reino, que no se le pone nada por delante y que además tiene un coche de 7 plazas (llamado coloquialmente "el bártulo"), entonces el éxito está asegurado.
En estas reuniones, claramente, se quita trabajo a los psicólogos. ¿Que mejor terapia que unas buenas risas y unos brazos que te abracen cuando es necesario? Se puede escuchar cualquier conversación. Se habla de sueños, de ambiciones, de proyectos, de trabajo, de pareja, de sexo (sí las mujeres hablamos de sexo también… y mucho… y muy crudamente. Podríamos poner colorado a cualquier hombre por muy "verde" que fuera), de hombres imposibles protagonistas de nuestras fantasías sexuales (siempre adornados con unos abdominales de infarto y unos ojos hipnóticos), de la última receta para hacer un bizcocho jugosísimo y hasta de detalles escatológicos. Todo ello sin un ápice de vergüenza que siempre dejamos aparcada en el portal de nuestra casa antes de salir. Y si algún problema acecha a alguna de las participantes el resto hace un clan alrededor y pobre el que sea el culpable de ese problema.
Si todo esto lo concentras en un fin de semana puedes estar segura que las risas están aseguradas, que las lágrimas tanto en la bienvenida como en la despedida aparecerán y que antes de que se acabe el día ya se empieza a hacer planes para la próxima. 
Estas reuniones te recargan el alma y el espíritu. Crean lazos emocionales difíciles de romper y vínculos de afecto iguales o superiores a las de las amistades "reales".
En mi caso las redes sociales, el patio de marujas en el que se convierte muchas veces Facebook & Cía me ha dado unas amigas virtuales de lo más reales. Y gracias también a las redes sociales disfruto de una amistad "real" de lo más especial. De las de abrazos semanales, como mínimo. 
Por todo ello, a mí no me queda otro remedio que creer en las amistades virtuales. No solo creo en ellas sino que me siento afortunada por tenerlas. 
Gracias por estar ahí siempre. No hemos conocido a nuestros primeros novios. No hemos ido a nuestras respectivas bodas. No hemos sido partícipes del nacimiento de nuestros hijos. La vida nos ha unido cuando ya habíamos pasado por todas esas etapas. Nos ha unido cuando la juventud y las juergas abandonaban nuestro espíritu y lo cambiaban por varicelas de niños,  pre adolescencias sufridas y sofocos hormonales lógicos de la edad (bueno a unas más que a otras ;) )
¿Y quién se atreve a decir que por ello nuestra amistad no es verdadera? ¿Hay alguna escala que diga que solo se pueden considerar amigos los que pasen más de la mitad de tu vida contigo? ¿Hay algún parámetro para medir y comparar el grado de amistad de unas personas relativamente nuevas en tu vida con las amigas que te conocen desde siempre? Evidentemente no. Y por ello yo no las comparo. Simplemente las disfruto

"La verdadera amistad no se trata de quién vino primero o de quien te conoce más tiempo.  Se trata de quien llegó y nunca se fue."


 

16 de mayo de 2016

Bilogía Silvia - Elísabet Benavent

“No sé qué habré hecho para merecerte, pero debió de ser muy bueno…”  - Gabriel

Tengo que empezar esta reseña diciendo que sin duda estos libros están entre mis favoritos. Conocí a Silvia Benavent gracias a ellos y desde entonces no me ha defraudado. Con libros mejores y libros peores (Martina se me ha hecho un poco cuesta arriba, la verdad ) pero siempre a un nivel extraordinario. Son los típicos libros que cuando los acabas te dejan resaca literaria o como digo yo una libropausia de narices. Los típicos que después de ellos no encuentras nada que te llene literariamente hablando. Nada que se aproxime al nivel de lo que acabas de leer. Y eso hoy en día según está el mercado es muy difícil de lograr.
La sipnosis empieza con un "Y tú ¿qué estarías dispuesta a hacer por amor?"  con lo que deducimos que el camino no va a ser de rosas.  Pero yo creo que tampoco preveíamos que íbamos a sufrir como auténticas cabronas. Y esto lo dice una que nunca llora con los libros y que con estos tuve que parar, respirar, tomar un poco de distancia y pillar pañuelo por si acaso. Y realmente ¿Qué estamos dispuestas a hacer por amor? No nos engañemos. Todo. Si hay amor lucharás hasta el agotamiento. Y cuando te agotes si ves una luz, seguirás luchando.
Decir que me ha encantado es poco decir. Que me sentí identificada y entendí (aunque a veces me pusiera de mal humor con sus inmadureces)  a Silvia es poco. Lo que ella siente, lo que ella sufre, todas sus dudas o todos sus anhelos son fácilmente identificables para cualquier persona que haya conocido el amor y haya sufrido por  y con él. Una mujer que comete errores, imperfecta pero totalmente auténtica en sus pensamientos y en sus decisiones. Exprimiendo la vida hasta el último segundo y tomando decisiones, unas acertadas y otras no, pero viviendo intensamente la vida que le tocó.
La evolución del personaje de Silvia es impresionante. Como madura, como se hace adulta, como consigue, a pesar de todo, coger las riendas de su vida y sobreponerse una y otra vez a los palos que esta le da. Como un ave Fénix resurge cada vez mucho más fuerte y mucho más madura. En resumen mucho más mujer.
Conocemos a Alvaro y a Gabriel. Ufff!!! vaya personajes. Con personalidades duras los dos. Adorables por momentos y odiosos en otros. A Alvaro podemos describirlo como el Grey español. Guapo, con pasta, oscuro, el no va más en la cama. Pero también egoísta, y egocéntrico.  Pero luego conocemos a Gabriel y es lo mismo pero al cuadrado además de melancólico  y con una personalidad muy frágil  debido al mundo en el que vive y le rodea. 
Pero al final te demuestra que es el más fuerte de los tres, por todo lo que supera y por todo lo que es capaz de luchar por lo que realmente quiere aunque hayan pasado los años y la vida haya puesto otra vez barreras por el medio.
La narrativa alterna capítulos en el pasado y en el presente contados por la propia Silvia, por lo que vamos sabiendo lo que le pasó para llegar al momento en el que está ahora. Pasado y presente que poco a poco se van acercando hasta unirse en un triángulo mágico y casi perfecto. En el segundo libro la narración ya es en presente.
Me pareció perfecto el hacer la saga en dos libros. No había necesidad de alargarlo más. El final queda cerrado y te despides de los personajes con la satisfacción de saber que no hay ningún resquicio de poder ampliar más el tema hasta que sea cansino. Igual que opiné que los de Martina se podían haber acortado, estos están perfectos así. Felicidades Benavent. Me gusta pensar que en este mundo de libros, bilogías, trilogías, sagas y demás sacaperras quedan personas para las que no todo es la pela. Ya veis,  romántica que es una.
En resumen ¿Podemos distinguir querer con amar? ¿Podemos distinguir el deseo al amor? ¿Podemos dejarnos llevar por el corazón aunque no sea lo sensato? ¿Podemos dar segundas, terceras y hasta cuartas oportunidades a nuestra vida en busca de la felicidad absoluta? ¿Podemos perdonar e intentar reconstruir lo que una vez ha estado roto y destruido? ¿Dónde está el límite? y sobre todo…¿quién lo pone?
Podemos, en resumen, intentar ser felices aunque sepamos que vamos a contracorriente, que el camino va a ser muy duro o por el contrario nos acomodamos a lo que la vida nos pone delante sin tener que trabajarlo mucho?.
 Los recomiendo, por supuesto, porque me han hecho "SENTIR" con mayúsculas.  Sentí alegría, melancolía, tristeza, dolor desgarrador y sobre todo AMOR también con mayúsculas.
 Y lo importante de un libro es eso (o por lo menos para mí) que te haga sentir. Que te metas en la piel de los protagonistas y rías y sufras con ellos. Y en esos dos libros sin duda ocurre. Y esto es también gracias a la narrativa del libro. A la forma en la que está escrito. Con diálogos, pensamientos y situaciones reales y cotidianas. A Silvia que es como muchas de nosotras (¿ o vosotras no mandarías vuestras bragas de procesión cuando os cruzáis con un buenorro de estos de impresión?). Y sobre todo a la autora que ha sabido describir los sentimientos y situaciones con una escritura sencilla, amena y directa.
Gracias a las personas que han insistido en que lo leyera. Os debo un momento de lectura importante en mi vida.






Mi Gabriel





Sé que no es el "oficial" pero sin duda alguna, es el mío. Pero estoy segura que también aceptáis barco como animal acuático ¿A que sí?


5 de mayo de 2016

Sorpréndeme - Megan Maxwell

"Alto... Moreno... Ojos azules... Sexy... Simpático... Así es Björn Hoffmann. Disfrutar de una noche de sexo caliente en el Sensations para un hombre como él era lo más fácil y divertido del mundo." 

 

SPOILER............................SPOILER (bueno exactametne no es spoiler, directamente os cuento el libro).....................SPOILER............................................................si no has leído el libro estás a tiempo, ¡no lo hagas!  y sigues leyendo es bajo tu responsabilidad.




 

Querida señora Maxwell:
Me dirijo a vd. para indicarle que se ha cargado todo el potencial que despegó Björn en el primer libro de Pídeme. El personaje, que tenía mucha fuerza, ha quedado en un gilipollas (palabra fetiche de Jud) integral. Un personaje secundario que a muchas nos robó el corazón (y otras cosas) en “Pídeme lo que quieras” y que sin duda se merecía su propio libro, ha quedado como un personaje sencillo, plano y bastante incoherente. Después de leerme “Pídeme lo que quieras ahora y siempre” no esperaba mucho de este libro porque ya me había desencantado con la trilogía (que después se convirtió en saga....la pela es la pela) pero tenía la esperanza de que el guaperas alemán le daría un vuelco a mi opinión. No ha sido así. Me aburrió mucho.   
El Sr. Hoffmann está de rechupete
Yo que lo había esperado ansiosamente. Que me tragué todas las fotos del Gandy que inspiró el personaje y se me llenaban los ojos de lágrimas de la emoción. ¡Que pésimo fue nuestro encuentro con las expectativas que yo tenía en él!. Esto ha sido peor que los resultados de una cita organizada en eDarling. Vamos que si lo pillo delante no le doy ni los buenos días, por soso y capullo. ¿Soy yo la única que piensa que lo de sacar libros como si fueran piezas de una cadena de montaje, no es buena idea? ¿Soy yo la única que le fascinó el primer libro de “Pídeme lo que quieras” y no pude pasar del segundo? ¿Soy yo la única que se leía casi de un tirón títulos como “Fue un beso tonto” “Las ranas también se enamoran” y ahora no ha vuelto a coger un libro suyo porque ya sé lo que me voy a encontrar? Desgraciadamente no, no soy la única. Pero que importa la calidad de lo escrito y la variedad mientras podamos vender tangas con el escudo de las guerreras.
Vamos por partes:
Primera parte del libro: Ellos no se encontraron todavía, entonces que tenemos..........sexo por el mero hecho de que ahora tiene tirón de público. Sexo barato, sin venir a cuento, casi que me atrevería a decir que sucio. En todos los capítulos había sesión del Sensations.
Tríos, semi orgías, orgías....todo es posible para calentar al personal, si alguien es capaz de calentarse después de leer lo mismo varias veces seguidas, incluso casi hasta con las mismas palabras y frases.
Se encuentran.......y aquí ya es el despiporre literario. Ya es el sumun de los diálogos bobos, infantiles y cansinos. ¿Quien con 32 y 33 años mantienen este tipo de diálogos?. Puedes hacerlo una vez, enviar pullitas y todo eso …PERO SIEMPREEEEE!!! NOOOOOO. Quizás pueda parecer chistoso o gracioso las primeras veces pero a la 336 estás ya cansada de lo tonto e inmaduro que es todo.
Segunda parte del libro: Comienzan a tener una relación. He de decir que para mi gusto el libro mejora. Los diálogos aunque sencillos ya son más “normales”, sigue siendo un libro flojo (muy flojo) pero bueno, yo creo que es más en la línea de un libro romántico – erótico. El final por supuesto totalmente predecible. Se sabía que él se iba a enterar de casualidad del “secreto” de Mel, se sabía que se iban a pelear y se sabía que se iban a reconciliar. Por cierto....hago un inciso. Vamos a ver Sra. Maxwell ¿vd. cree de verdad que una persona adulta, bastante liberal y abierto de mente como se supone que es el sr. Hoffman, va a tener algún problema porque su novia sea militar y americana? Yo puedo entender que no le caigan bien porque haya tenido un problema con ellos, pero esa obsesión y esa cabezonería y capricho de que no los puede ver. Vamosssssssss podría haberse pensado un poco más la disculpa o el motivo del enfado. Se me ha hecho muy duro leer hojas y hojas de la misma pelea sin que ninguno de su brazo a torcer y con reacciones totalmente fuera de lugar e incluso rayando lo ridículo. Eso es como si uno de Madrid dice que en la vida podría estar con una persona de Barcelona (o viceversa). Vamos a ver,  cuando el corazón late a más de 180 pulsaciones y la pepitilla te palpita te da igual que la otra persona sea de otra ciudad, de otro país, de otra raza y de otro color. Me pareció una historia que no se sujetaba ni con alfileres para una persona racional y adulta como Björn.
Las escenas de sexo.... normal. Nada nuevo en el horizonte. Demasiado cansino todo. Demasiado repetitivo todo. Demasiado más de lo mismo. Incluso las frases se repiten por no decir las palabras (Morbo, morboso, me gusta, sigue, calor......) De igual forma que con el primero de "Pídeme.." rompió barreras y tabús, ahora ya es todo tan igual y tan plano que hasta te puedes saltar esas hojas. De hecho creo que lo único de sorprendente que tiene este libro,  es el título.
Parte del asturianeo....ufffff vamos a verrrrrrrrrrrr. Si lo vas a hacer hazlo bien “neña”. El meter frases con deje asturiano puede quedar gracioso, muy simpático pero por favor hazlo con sentido. Nosotros no vamos por la calle diciendo “¡que ye oh!” cada vez que encontramos a un conocido. Ni soltamos las frases que vd. pone en medio de una conversación sin que tenga ningún sentido. Y claro mezclar palabras “asturianas” con otras castellanas ya es la rehostia del atrevimiento. Y también siento decirle sra. Maxwell que no todos los asturianos tenemos vacas. Lo siento...ya lo sé que le acabo de joder un mito, pero nunca tanto que lo que me ha hecho vd. a mi con el mío de Björn. Y permítame que le diga que una señora mayor como Covadonga y sola, dudo mucho...muchíiiiiiisimo que también las tenga. Pero yo entiendo que queda guapo y gracioso. No sé a cuento de qué mete las vacas pero bueno, otra más.
A todos los que quieran venir a conocer Asturias que estén tranquilos que las vacas no campan por las calles como si esto fuera la India. No. Para nada. Pueden circular tranquilamente en coche e incluso hasta andando sin peligro de ser corneado o lamido por una de ellas.
¡Pues hala! ya lo resumí. 
Espero de verdad y con la mano en el corazón que no haya continuación. Ya me ha jorobado bastante el personaje de Gandy (personaje que se ha atrevido hasta nombrar, vaya huevazos Sra. Maxwell) como para que lo siga arrastrando por el barro. Yo seguiré enamorada y tirándome virtualmente al Sr. Gandy pero visto lo visto creo que no al Sr. Hoffman.
Y mira que me joroba eh!! que yo lo esperaba con las bragas en la mano. Pero vd. me lo ha fastidiado PINSESAAAAAAAA!!

Frases para el recuerdo
"Arre... caballito... arre. ¡Yejaaa!... ¡Yejaaaaaaaaa! Vamos, caballito... sigue... Arreeeeeee." 

Y después de todo esto ya podéis insultarme, denunciar el blog y acusarme de pertenecer al ISIS. Ya podéis echarme a la hoguera por blasfema. Yo solo pido que Megan vuelva a ver la luz y vuelva a deleitarnos con novelas de las de antes. De las de suspirar. Ojalá no se le haya olvidado hacerlas.