"Esa noche no dormí, y no fue por el calor. Fue porque esa casa, ya no era mi hogar. Porque me sentía una extraña si no estaba entre sus brazos. Porque echaba en falta su aliento pegado a mi nuca y sus manos en mi vientre. Porque es terrible pensar que echas de menos con todas tus fuerzas a alguien, que puede que no esté pensando en ti. Y porque si él no era el amor de mi vida, tenía claro que me había equivocado de vida."
Sipnosis
Decidida, impulsiva y coqueta, Lucía está en un momento en el que más bien se siente apática e insegura. Una cita absurda será el desencadenante para que aparezca de nuevo la soñadora a la que le apasionan los retos, y él supondrá un gran reto. De la mano de su incondicional Adriana y la dulce Vanesa, se embarcará en una pelea por encontrar el amor sin perderse a sí misma. Pero el destino se encargará de recordarle que no se puede subestimar el poder de la atracción, y que cualquier casualidad puede ser en realidad la señal que siempre ha estado esperando
Mi opinión:
Llegué a estos libros,
como pasa la mayoría de las veces, por “oídas”. Alguien me
habló de ellos y de la forma de escribir de Saray. Luego empecé a
ver en mi muro de Facebook gente que lo estaba leyendo y sus
comentarios iban acompañados de iconos de corazones y de llamas
(creo que llamó más mi atención las llamas que los corazones, para
que lo voy a negar. Flores y corazones se los dejo a Grey) Ahí
empezó a picarme la curiosidad (más tarde descubrí que Mr. Jorge
Sonrisa ladeada era especialista en generar picores varios) y los
puse en mi lista de lecturas de verano. Pero el verano pasó y ahí
seguían. Esperando una oportunidad entre mi cola interminable de
pendientes. Así estábamos cuando leí que su historia era muy
Benavent y ahí dije “ cuidado, cuidado que hablamos de palabras
mayores” Benavent es mucha Benavent. Yo por Benavent M A T O. Y me
puse con ellos casi para comparar. Casi para convencerme de que la
gente estaba exagerando. Y aquí digo yo ¿por qué tiene que
parecerse a nadie? Saray tiene su propia forma de escribir y de
contar su historia. Y no, no es Beta Coqueta. Pero tampoco le hace
falta para hacer una historia preciosa. Con una protagonista, Lucía,
de lo más normal con una vida más o menos estereotipada que tiene
la suerte o la desgracia de encontrarse en su camino a dos hombres
que marcaran toda su vida.
Saray transmite los
sentimientos de los protagonistas a la perfección. Hace que
crezcamos con ellos y que vayamos entendiendo el porque de todas las
cosas.
Quizás al principio me pareció un poco más de lo mismo.
Alejandro nuestro primer protagonista; chico guaperrimo, con dinero,
unas amigas locas y cachondas pero que dicen verdades como puños.
Unos amigos también sacados de un catálogo de moda. Pero antes de
llegar a la mitad del libro la historia comienza a fluir, todo da un
giro inesperado y lo que antes veías como bueno y mágico comienzas
a verlo como aburrido y absorbente. Y ese punto coincide exactamente
con la irrupción de Jorge en escena. Este nuevo protagonista
masculino te arrastra. Te seduce. Crea una tensión sexual y anímica
con Lucía que hace que te suden hasta los dientes.
pongamos que hablo de Madrid |
Te hace
reflexionar si hay veces que confundimos amor con comodidad. Amor con
buen sexo y amor con cariño. Si nos empeñamos en perseguir sueños que una vez que tenemos al alcance de la mano son realmente lo que queríamos o simplemente lo que nos dijeron que debíamos querer. Nos hace preguntarnos cual es el amor verdadero. El que miramos con devoción o el que miramos con pasión.
El libro tiene momentos
muy simpáticos, muy emocionantes y como no, muy eróticos pero (y
aquí viene uno de los puntos fuertes) sin saturar. Es uno de los
problemas de muchas novelas románticas y/o eróticas de las que se
publican ahora mismo, que no hay cortejo (ha sonado un poco rancio
pero supongo que se me entienda lo que quiero decir) No hay una
seducción por parte de los protagonistas. No hay un juego de
miradas, de frases que te van dejando con las ganas de que se
decidan. Pero aquí contamos con Jorge que se erige en dueño y señor
de estos juegos de seducción y que tiene enfrente a Lucía como una
perfecta contrincante a su altura. Normalmente hay un enamoramiento
irracional de alguien a quien acaban de conocer lo que hace que
muchas veces la historia sea totalmente irreal. Esto no les pasa a
nuestros protagonistas. Ellos juegan perfectamente a seducir y a
dejarse seducir y lo llevan tan al extremo que sufres tú por el
calentón que deben haber pillado ellos.
Lucía y Jorge en la playa |
Como secundarios tenemos a las amigas de Lucía. Esta figura co-protagonista cada vez se hace más popular entre los libros que leo. Estas amigas que te dicen verdades como puños aunque no sea lo que deseas escuchar. Estas amigas que hurgan en la herida mal cerrada hasta hacer sangre, pero que una vez abierta te envuelven en abrazos sanadores haciendo que la herida deje la menor cicatriz posible. Esas compañeras de vida que están a tu lado secando tus lágrimas y a la vez llenándote de nuevo el vaso de tequila. En el caso de Lucía son Adriana y Vanesa. Dos personalidades totalmente dispares y contrarias que se complementan perfectamente y que hacen de ellas los momentos más divertidos del libro.
Ya centrándonos en la
edición hay que volver a felicitar a la autora porque se ve
claramente que tanto la ortografía como la lingüística como todo
el carácter narrativo de la novela ha sido cuidado al máximo (yo me
atrevería a decir que además de cuidado, revisado, re-revisado y
vuelto a revisar)
Podíamos resumir este
primer libro como la lucha de Lucía por deshacerse del recuerdo de
Alejandro perdida en las miradas y en las sonrisas de Jorge. Sin duda
un lugar perfecto para perderse. Pero Lucía quiere más que miradas
moja bragas y sonrisas que le hace temblar las canillas ¿querrá
Jorge lo mismo?
Empezando el segundo....
Pd. Solo voy a decir una
cosa sin ánimo de spoilear nada.............ahora cada vez que veo
una alfombra me quedo mirándola pensando si será de las que quema o
no...